Recogemos aquí este pequeño artículo extraído de la página Turismo y Hostelería de Pontevedra
Txoko, es una palabra vasca que significa rincón o sitio pequeño. Se le da este nombre a los locales de las sociedades gastronómicas muy típicas del País Vasco, y que se utilizan por los propios miembros de la asociación para elaborar recetas y degustarlas. En Goián (Tomiño - Pontevedra) una pandilla de amigos decidió lanzarse a la aventura de formar una asociación y comprar una vieja casa de piedra donde reunirse tranquilamente para organizar comidas, y otras actividades culturales que girasen en torno a la gastronomía. A la manera de los txokos vascos.
Con un crédito solidario en los bolsillos para levantar la ruinosa casa de Goián, pisaron fuerte y se echaron a la espalda el sueño del txoko compartido. Desde hace unos meses por las ventanas de la casa de "O Copo sen Fundo" salen remolinos gruesos de aromas de vinos y tarteras en ebullición. Fuera de los domingos que es el día del socio, cualquiera de los cincuenta componentes de la sociedad puede hacer uso de la vivienda y de los 1.600 metros de la estupenda finca que la rodea. El local fue "inaugurado" hace unos días por un invitado de lujo: Pepe Solla. A petición de los socios, Solla preparó una lamprea a la bordelesa. El cocinero de Poio contó con la ayuda de los socios para preparar el plato, y obsequió a la sociedad gastronómica preparando, a mayores de la lamprea, un completo menú de la carta de su restaurante, desde los entrantes a los postres, todo elaborado a la vista de los comensales. El "rincón" de Goián se hizo grande con esta iniciativa que piensan repetir con más cocineros de la hostelería gallega.
Con un crédito solidario en los bolsillos para levantar la ruinosa casa de Goián, pisaron fuerte y se echaron a la espalda el sueño del txoko compartido. Desde hace unos meses por las ventanas de la casa de "O Copo sen Fundo" salen remolinos gruesos de aromas de vinos y tarteras en ebullición. Fuera de los domingos que es el día del socio, cualquiera de los cincuenta componentes de la sociedad puede hacer uso de la vivienda y de los 1.600 metros de la estupenda finca que la rodea. El local fue "inaugurado" hace unos días por un invitado de lujo: Pepe Solla. A petición de los socios, Solla preparó una lamprea a la bordelesa. El cocinero de Poio contó con la ayuda de los socios para preparar el plato, y obsequió a la sociedad gastronómica preparando, a mayores de la lamprea, un completo menú de la carta de su restaurante, desde los entrantes a los postres, todo elaborado a la vista de los comensales. El "rincón" de Goián se hizo grande con esta iniciativa que piensan repetir con más cocineros de la hostelería gallega.